Jorge Cárdenas Aceves(Pintor Mexicano)
Planificar para el mañana es muy sabio. Pero debes recordar que para que ese mañana se concrete tienes que concentrarte y poner todo tu entusiasmo en el día de hoy. Es de la única manera en que puedes prepararte para el futuro. Muchas veces pensamos y nos afanamos con temas como: tengo que cuidarme del mañana, tengo que asegurarme para proteger a mi familia, tengo que ahorrar dinero para mi vejez y sin querer dejamos que esos tengo se conviertan en ansiedades.
Algunas veces es difícil notar la diferencia entre planificar y afanarse. Planificar es pensar con antelación en metas, pasos y fechas, confiado en la dirección de Dios. En cambio el que se afana trata de planificar contando solamente con sus propias fuerzas y con su propia sabiduría sin colocar esos planes en las manos de Dios. Son estos los que en momentos de crisis se ven asaltados por el temor y se les hace difícil confiar en Dios. Y créeme que a todos en algún momento nos ha ocurrido.
No permitas que el afán por el mañana afecte tu HOY. Da a Dios el primer lugar en tu vida y vive plenamente confiado en sus cuidados. Entonces podrás disfrutar plenamente tu vida y enfrentarás el futuro sin ansiedades porque tendrás la plena confianza de que Dios suplirá