El insigne Maestro de Luz Saint Germain en ninguna de sus encarnaciones escribió tratado alguno sobre Metafísica, ni tampoco lo dictó desde su elevado plano espiritual, por lo que quienes afirman canalizarlo han sido embaucados por los espíritus del Error que se han hecho pasar por él. El “Yo Soy” no es más que una fórmula egoica sin valor alguno y los decretos son simples expresiones de deseos carentes de toda fuerza de cumplimiento, salvo el azar y por supuesto el “efecto placebo”.
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La palabra Metafísica significa “más allá de la física”. Si se le atribuyen milagros, esos milagros no pasaron de las leyes físicas. El problema lo crearon los seguidores que él tuvo en los siglos XIX y XX e incluso ahora.
Según los metafísicos, el decreto es una afirmación verbal o mental sentida de tal forma que es capaz de producir el efecto de lo dicho.
Así, si en algún lugar alguien está peleando, uno puede decretar: “Yo soy aquí el amor”, y esto transforma la situación de inmediato en reconciliación.
Si uno va a visitar a un enfermo puede decretar: “Yo soy la salud” y así traer a la manifestación la salud.
Estas premisas son absolutamente falsas, porque el “decreto” no es más que una simple expresión de deseos cuyo cumplimiento depende de factores ajenos a quien pronuncia el decreto.
Cuando uno lee algo así en los libros de “Metafísica” no puede dejar de preguntarse si a sus cultores les falta algún tornillo… ¿Qué otra cosa se puede pensar?
Otro de los disparates de los metafísicos es creer que se llega a Dios por la práctica del “Yo soy”, cuando en realidad el verdadero camino hacia el Padre es el Servicio.
Por eso Jesús hizo tanto hincapié en el altruismo como único medio de salvación.
La iglesia, cabe aclarar, no fue una creación del Maestro, sino una astuta invención de sus discípulos, ya que él había dicho claramente que no había venido a fundar ninguna iglesia, acotando que la religión no era necesaria para elevarse de plano, sino, precisamente, el Servicio al semejante.
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La metafísica me ha ayudado tanto, me ha ayudado a comprender muchas cosas pero sobre todo, a ser mejor persona.
Nosotros como hijos del Dios Altísimo del Universo fuimos creados a imagen y semejansa de Dios, eso explica el por qué tenemos conciencia de YO SOY.
La metafísica no solo son decretos. Nos enseña como es que creamos nuestras condiciones mediante nuestros pensamientos y emociones…
Además, nos enseña que esta vida no lo es todo, hay distintos planos de conciencia y nos encontramos en el que nos corresponde, a mayor nivel de conciencia mayor plano.
Cada quien es libre de creer lo que sea… si se está equivocado o no, no importa porque se aprende de eso, incluso de los peores errores se puede aprender.
La vida te ha entregado un libro en blanco, lo que escribas en él será de tu inspiración, de ti depende usar los colores del arcoiris de la dicha y alegria o el gris y negro de la amargura y odio.
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La palabra Metafísica significa “más allá de la física”. Si se le atribuyen milagros, esos milagros no pasaron de las leyes físicas. El problema lo crearon los seguidores que él tuvo en los siglos XIX y XX e incluso ahora.
Según los metafísicos, el decreto es una afirmación verbal o mental sentida de tal forma que es capaz de producir el efecto de lo dicho.
Así, si en algún lugar alguien está peleando, uno puede decretar: “Yo soy aquí el amor”, y esto transforma la situación de inmediato en reconciliación.
Si uno va a visitar a un enfermo puede decretar: “Yo soy la salud” y así traer a la manifestación la salud.
Estas premisas son absolutamente falsas, porque el “decreto” no es más que una simple expresión de deseos cuyo cumplimiento depende de factores ajenos a quien pronuncia el decreto.
Cuando uno lee algo así en los libros de “Metafísica” no puede dejar de preguntarse si a sus cultores les falta algún tornillo… ¿Qué otra cosa se puede pensar?
Otro de los disparates de los metafísicos es creer que se llega a Dios por la práctica del “Yo soy”, cuando en realidad el verdadero camino hacia el Padre es el Servicio.
Por eso Jesús hizo tanto hincapié en el altruismo como único medio de salvación.
La iglesia, cabe aclarar, no fue una creación del Maestro, sino una astuta invención de sus discípulos, ya que él había dicho claramente que no había venido a fundar ninguna iglesia, acotando que la religión no era necesaria para elevarse de plano, sino, precisamente, el Servicio al semejante.
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La metafísica me ha ayudado tanto, me ha ayudado a comprender muchas cosas pero sobre todo, a ser mejor persona.
Nosotros como hijos del Dios Altísimo del Universo fuimos creados a imagen y semejansa de Dios, eso explica el por qué tenemos conciencia de YO SOY.
La metafísica no solo son decretos. Nos enseña como es que creamos nuestras condiciones mediante nuestros pensamientos y emociones…
Además, nos enseña que esta vida no lo es todo, hay distintos planos de conciencia y nos encontramos en el que nos corresponde, a mayor nivel de conciencia mayor plano.
Cada quien es libre de creer lo que sea… si se está equivocado o no, no importa porque se aprende de eso, incluso de los peores errores se puede aprender.
La vida te ha entregado un libro en blanco, lo que escribas en él será de tu inspiración, de ti depende usar los colores del arcoiris de la dicha y alegria o el gris y negro de la amargura y odio.
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