La decepción.
En puridad, usted ha sido desprendido de lo que tenía cogido: decipere <>
En puridad, usted ha sido desprendido de lo que tenía cogido: decipere <>
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Felices de los que no desean nada, ya que nunca sufrirán decepciones. ¿Acaso todo el que desea algo juega a perder? ¿Es cierto que mientras más difícil sea conseguir lo que deseamos, lo deseamos con mas ardor?
Pero hay que distinguir entre querer y desear. Querer no es más que la aceptación de un bien o una satisfacción, que muchas veces viene del instinto o de la costumbre. Desear es necesitar algo tan desesperadamente que es casi imposible pensar o imaginar otra cosa que no sea una forma de satisfacer ese deseo. Además el deseo es necesariamente alimentado por la imaginación, ya que el deseo no cabe en los límites de la razón.
¿Es tan terrible la desesperación que causa el deseo? ¿Si lo es, por qué la buscamos? ¿Mientras más trabajo te cueste hacer algo mayor será la satisfacción el verlo terminado? ¿Y después qué? La desesperación es más bien como el hambre que uno siente mientras uno prepara una cena muy cuidadosamente... uno tarda bastante, pero al saborear... ¿valió la pena? A veces. En cambio, si uno se prepara al aventón lo primero que vea, se quitará el hambre, pero no el deseo de comer bien, si es que hay. Se podría decir que disfrutamos esa desesperación, ya que nos saboreamos el momento en el que nuestro deseo quede satisfecho. Es mucho peor el vacío de no desear nada, ya que al tener algo por que luchar (el cumplimiento del deseo), por más que duela, le da un significado a nuestra vida. La vida en ese momento tiene el fin de satisfacer el deseo. Claro que hay otras formas de darle sentido a nuestras vidas, pero esta es de las más fáciles, y de las menos trágicas. Al dejar de desear algo, de luchar por él, nuestra vida pierde ese significado, dejándonos con un hueco el cual hay que llenar. Lo paradójico es que se desea llenar esa falta de deseo. Entonces, ¿nuestra vida perdió un significado, o ganó una paradoja?
¿Pero qué es lo que causa el deseo? Es algo bastante complicado. Bueno, primero, uno desea lo que no tiene, pero no todo lo que uno no tiene es deseado. Además depende de lo que se desea. Tal vez sea para satisfacer un placer, pero no todos los deseos satisfacen placeres y no todos los placeres insatisfechos provocan deseos. Además parece ser que siempre el deseo va acompañado de ciero grado de egoísmo. A veces es una especie de curiosidad por lo desconocido, ya que cuando uno lo conquista el deseo lo deja de desear. O probablemente sea una necesidad de sorprendernos, y cuando nos deja de sorprender lo dejamos de desear. ¿Pero por qué habría de tener una causa específica?
Es cierto que los deseos no satisfechos nos traen decepciones. Pero los deseos satisfechos nos traen satisfacciones. ¿Cual es mayor? Creo que mientras más sufra uno, más apreciará los momentos de felicidad, y vice versa. El que no desea nada no sufre decepciones, pero tampoco satisfacciones. Está más allá del deseo y la decepción. ¿En realidad es feliz? No es feliz, pero tampoco desdichado. Más bien se aburre de lo lindo. ¿Entices qué es mejor? Parece que no importa uno qué camino escoja, la balanza de dicha y dolor siempre quedará balanceada. Depende del espíritu de cada quién cuál se nos acomode mejor.
Pero hay que distinguir entre querer y desear. Querer no es más que la aceptación de un bien o una satisfacción, que muchas veces viene del instinto o de la costumbre. Desear es necesitar algo tan desesperadamente que es casi imposible pensar o imaginar otra cosa que no sea una forma de satisfacer ese deseo. Además el deseo es necesariamente alimentado por la imaginación, ya que el deseo no cabe en los límites de la razón.
¿Es tan terrible la desesperación que causa el deseo? ¿Si lo es, por qué la buscamos? ¿Mientras más trabajo te cueste hacer algo mayor será la satisfacción el verlo terminado? ¿Y después qué? La desesperación es más bien como el hambre que uno siente mientras uno prepara una cena muy cuidadosamente... uno tarda bastante, pero al saborear... ¿valió la pena? A veces. En cambio, si uno se prepara al aventón lo primero que vea, se quitará el hambre, pero no el deseo de comer bien, si es que hay. Se podría decir que disfrutamos esa desesperación, ya que nos saboreamos el momento en el que nuestro deseo quede satisfecho. Es mucho peor el vacío de no desear nada, ya que al tener algo por que luchar (el cumplimiento del deseo), por más que duela, le da un significado a nuestra vida. La vida en ese momento tiene el fin de satisfacer el deseo. Claro que hay otras formas de darle sentido a nuestras vidas, pero esta es de las más fáciles, y de las menos trágicas. Al dejar de desear algo, de luchar por él, nuestra vida pierde ese significado, dejándonos con un hueco el cual hay que llenar. Lo paradójico es que se desea llenar esa falta de deseo. Entonces, ¿nuestra vida perdió un significado, o ganó una paradoja?
¿Pero qué es lo que causa el deseo? Es algo bastante complicado. Bueno, primero, uno desea lo que no tiene, pero no todo lo que uno no tiene es deseado. Además depende de lo que se desea. Tal vez sea para satisfacer un placer, pero no todos los deseos satisfacen placeres y no todos los placeres insatisfechos provocan deseos. Además parece ser que siempre el deseo va acompañado de ciero grado de egoísmo. A veces es una especie de curiosidad por lo desconocido, ya que cuando uno lo conquista el deseo lo deja de desear. O probablemente sea una necesidad de sorprendernos, y cuando nos deja de sorprender lo dejamos de desear. ¿Pero por qué habría de tener una causa específica?
Es cierto que los deseos no satisfechos nos traen decepciones. Pero los deseos satisfechos nos traen satisfacciones. ¿Cual es mayor? Creo que mientras más sufra uno, más apreciará los momentos de felicidad, y vice versa. El que no desea nada no sufre decepciones, pero tampoco satisfacciones. Está más allá del deseo y la decepción. ¿En realidad es feliz? No es feliz, pero tampoco desdichado. Más bien se aburre de lo lindo. ¿Entices qué es mejor? Parece que no importa uno qué camino escoja, la balanza de dicha y dolor siempre quedará balanceada. Depende del espíritu de cada quién cuál se nos acomode mejor.
MI COMENTARIO
LA DECEPCION
Es crear falsas expectativas sobre un acontecimiento o alguna persona, pero ese es el problema, no podemos esperar nada de nadie ni de nada, solo podemos confiar en nosotros mismos. Todo lo que nosotros proyectamos sobre nuesta vida, nuestras actitudes, nuestros objetivos, son metas que queremos cumplir y si por algún motivo (generado por nosotros mismos) no lo logramos ...entonces esa palabra decepción tiene sentido, porque no estabamos basando nuestras expectativas en algo irreal ....como por ejemplo... otra persona, porque nosotros no somos responsables de los actos o de los pensamientos de esa otra persona, o sobre un suceso , porque eso tampoco depende de nosotros. En resumén solo se aplica a algo que es responsabilidad propia.
Como dice el articulo anterior, la dicha y la desdicha siempre estrán en una balanza y si una decepcion nos hace infelices, solo debemos aprender a manejarlo y a superarlo.... no se puede pasar la vida llorando sobre leche derramada, hay que pasar la pagina y como dice el dicho " a otra cosa mariposa".
A lo largo de la vida, yo he cometido ese error muchas veces..... puse todas mis expectativas en algo y cuando no se realizaba, cuando eso no se concretaba.... me sentia terrible, pero justamente la vida es una escuela y te enseña a sólo esperar algo de ti ...solo de ti. Es así que evito la decepción, no espero nada de nadie, sólo lo acepto lo que me llega, lo que puedo tener en mis manos, que es una forma de decir... porque lo que a veces te hace feliz es intangible y sólo lo que yo no puedo lograr, puede afectarme.
CREER EN ALGO
NO CREO en conseguir a una persona que nos "llene la vida",CREO en una vida llena para poder compartir la felicidad con otra persona.NO CREO en que el amor lo genera alguien,CREO en que el amor está en nosotros, si hemos llegado a crecer lo suficiente como para desarrollarlo y mantenerlo, y que de pronto se dispara por personas que comparten pensamientos y sentimientos.
NO CREO en la exclusividad de dar y estar,CREO en una actitud frente a la vida integral, con diferentes expresiones pero sin condiciones.NO CREO en el "amor" a primera vista ni en "creer en alguien" en muy poco tiempo,CREO en hablar el mismo idioma, en el "feeling", en la comodidad de estar cerca, en conexiones de energía, como los ríos que se unen en un mismo curso.NO CREO en el amor de hoy prometido para toda la vida,CREO en el respeto y en la sinceridad. En el amor maduro que nos deja espacio para crecer juntos...CREO en el amor que dos deciden, en el amor que nos da la gana de compartirlo... sin presiones... sin exigencias.NO CREO en esfuerzos "unilaterales" por llegar.CREO en la naturaleza del fluir y coincidir. El estar centrados para escuchar hasta donde podemos llegar. Para equilibrar sin sufrir.NO CREO en amar sufriendo,CREO en amar con armonía. En que el amor es más y nunca menos.En el "te quiero" sin porqué...NO CREO en amores que coartan, en amores que frenan.CREO en las relaciones que nos apoyan en los malos momentos, que leen la mirada... que sonríen con el alma... que están...!NO CREO en callarse por no dañar...,CREO en la comunicación como la mejor vía para construir, coincidir y decidir.CREO en la absoluta sinceridad al decir "te amo" y también al decir "me voy".CREO en ser buena persona antes que parejas... y buscar otra buena persona para ser mi pareja.CREO en que la vida la construimos nosotros y CREO en la frase que dice..."La vida es 10% lo que nos sucede y 90% cómo reaccionamos a ello", y lo único que nos puede asegurar que así sea, es tener la valentía de enfrentarla sin miedos en el presente ya que el mañana podrían no estar...CREO completa y ciegamente en el AMOR Puro, íntegro, incondicional, cálido, ése que es tan profundo, como sensación, como belleza, como entrega, que en esencia no se diferencia del maternal, del fraternal, de la amistad, del de pareja.CREO que debemos asegurarnos cómo lo hacemos llegar, porque nos toca puntos distintos, pero al final es uno solo... el que está en nosotros como consecuencia de tener mente, emoción, sentimientos y corazón.
NO CREO en la exclusividad de dar y estar,CREO en una actitud frente a la vida integral, con diferentes expresiones pero sin condiciones.NO CREO en el "amor" a primera vista ni en "creer en alguien" en muy poco tiempo,CREO en hablar el mismo idioma, en el "feeling", en la comodidad de estar cerca, en conexiones de energía, como los ríos que se unen en un mismo curso.NO CREO en el amor de hoy prometido para toda la vida,CREO en el respeto y en la sinceridad. En el amor maduro que nos deja espacio para crecer juntos...CREO en el amor que dos deciden, en el amor que nos da la gana de compartirlo... sin presiones... sin exigencias.NO CREO en esfuerzos "unilaterales" por llegar.CREO en la naturaleza del fluir y coincidir. El estar centrados para escuchar hasta donde podemos llegar. Para equilibrar sin sufrir.NO CREO en amar sufriendo,CREO en amar con armonía. En que el amor es más y nunca menos.En el "te quiero" sin porqué...NO CREO en amores que coartan, en amores que frenan.CREO en las relaciones que nos apoyan en los malos momentos, que leen la mirada... que sonríen con el alma... que están...!NO CREO en callarse por no dañar...,CREO en la comunicación como la mejor vía para construir, coincidir y decidir.CREO en la absoluta sinceridad al decir "te amo" y también al decir "me voy".CREO en ser buena persona antes que parejas... y buscar otra buena persona para ser mi pareja.CREO en que la vida la construimos nosotros y CREO en la frase que dice..."La vida es 10% lo que nos sucede y 90% cómo reaccionamos a ello", y lo único que nos puede asegurar que así sea, es tener la valentía de enfrentarla sin miedos en el presente ya que el mañana podrían no estar...CREO completa y ciegamente en el AMOR Puro, íntegro, incondicional, cálido, ése que es tan profundo, como sensación, como belleza, como entrega, que en esencia no se diferencia del maternal, del fraternal, de la amistad, del de pareja.CREO que debemos asegurarnos cómo lo hacemos llegar, porque nos toca puntos distintos, pero al final es uno solo... el que está en nosotros como consecuencia de tener mente, emoción, sentimientos y corazón.
HAY ALGUIEN QUE NUNCA TE DECEPCIONARA Y TU SABES QUIEN ES
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