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jueves, 21 de mayo de 2009

METAFISICA - SIGNIFICADO



La Metafísica (del latin "metaphysica", proveniente del griego metá que significa “tras, más allá”, y phýsis que significa “naturaleza”, es decir, “lo que viene después de la naturaleza”,"más allá de lo físico"). El término se originó como título de uno de los tratados de Arístoteles, y algunos piensan que se deba quizá a que éste volumen fue escrito después de su obra "física". Sin embargo, la metafísica, y como su nombre lo indica, se define como algo que está más allá de lo físico, dedicando su estudio a lo abstracto del Ser y de Dios. Es una parte fundamental de la filosofía que trata el estudio del Ser en cuanto tal y de sus propiedades, principios, causas y fundamentos primeros de existencia. Experimenta una fuerza ligada a la teología y frecuentemente tratan los mismos temas.

La metafísica aborda los problemas centrales y más profundos de la filosofía, tales como los fundamentos (presupuestos, causas y “primeros principios”), las estructuras más generales (leyes y principios), el sentido y la finalidad de la realidad toda y de todo ser. El principio básico de la metafísica se sustenta en la no-contradicción, razonamiento que establece la imposibilidad de que algo sea y no sea, simultáneamente.

A su vez, la metafísica comprende dos grandes ramas, la 1ª es la Ontología, que es el estudio del Ser y su esencia, y la 2ª es la Teología, que es el estudio de Dios y su esencia. Por tanto la metafísica es el estudio científico que trata lo relativo al Ser y Dios en su forma concreta (en la ciencia lo abstracto es lo intangible, como el pensamiento, y lo concreto es lo físico, como por ejemplo, un árbol). Desde el punto de vista cartesiano y experimental, no sería una ciencia específicamente demostrativa.


Platón y Aristóteles, de Rafael (Stanza della Segnatura, Museos del Vaticano Roma). Aristóteles es considerado como el padre de la Metafísica.Aunque cabe alguna discusión al respecto, es un tópico que la palabra "metafísica" fue empleada por primera vez por Andrónico de Rodas (siglo I adC). En sus primeras utilizaciones, "metafísica" era el nombre de los libros de Aristóteles colocados después de los de física. Esto es, dado que en la antigüedad los tratados se conservaban en legajos cilíndricos, ocurrió que Aristóteles había titulado todos excepto aquél que trataba de los asuntos del alma y la personalidad. Cuando acudían sus discípulos a la biblioteca para consultarlo, dado que no podían pedirlo por su título, decían "el que está al lado de Física" (meta-physica), puesto que en su colocación en la estantería el legajo se hallaba junto al otro tratado aristotélico, el de Física.

No obstante, es muy posible que Andrónico utilizara esta palabra sobre la base de una idea del sentido y contenidos de la obra aristotélica. El Estagirita (como se conoce a Aristóteles por su origen) sólo empleó las expresiones "filosofía primera" y "teología" para designar el saber de que se ocupan esos catorce libros titulados "Metafísica" por Andrónico.

Metafísica es, desde entonces, el nombre del saber más elevado que cabe intentar alcanzar. La cuestión esencial consiguiente es: ¿y dónde se encuentra ese saber?, es decir, ¿sobre qué debe versar y cómo se puede alcanzar? Es aquí donde, como es comprensible, comienzan las interminables discusiones entre los metafísicos. Platón, antes que Aristóteles, es el precursor de la metafisica como tal y la expresa con su idea del mundo inteligible.

La Metafísica trata las "cuestiones últimas"; pero, ¿cuáles son esas cuestiones? Hay muchos modos de presentarlas, y no todos estos enfoques son compatibles entre sí: ¿Por qué existen las cosas? ¿Por qué es el ser y no más bien la nada? ¿Existe un Dios y qué características poseería en caso de existir? ¿Cuál es la diferencia entre materia y espíritu? ¿La voluntad del hombre es libre? ¿Todo está en permanente cambio o existen cosas o relaciones que permanecen invariables a pesar del cambio?, etc.

El campo de trabajo de la metafísica comprende los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica. Según Kant una afirmación es metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto (“cuando emite un juicio sintético sobre un asunto”), que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado (por los sentidos) por el ser humano (cfr. trascendencia). Simultáneamente surge la pregunta: ¿cómo el ser humano, a pesar de sus limitadas capacidades mentales, podría participar o alcanzar las verdades metafísicas que pretende fundamentar con la ayuda de la filosofía?

En los tratados metafísicos tempranos se consideraba que el núcleo de todas las disciplinas filosóficas debía estar en la formulación de fundamentos últimos válidos universalmente.

Se dice que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de “necesidad inevitable”, Schopenhauer incluso llegó a definir al ser humano como a un “animal metafísico” , Martin Heidegger ha replanteado todos los asuntos metafísicos introduciendo en ellos una transformación radical que necesariamente tiene que tomarse en cuenta.


Contenido

1 Historia del concepto
2 Objetivo de la Metafisica
3 Principios de la metafísica
4 El concepto de ser
5 Sistematización y Método
6 Metafísica en la Antigüedad
6.1 En los Presocráticos
6.2 Sócrates
6.3 Platón
6.4 Aristóteles
7 Metafísica en la Edad Media
7.1 En el Islam
7.2 En el cristianismo
8 Metafísica en la modernidad
8.1 La crítica de Kant
8.2 El idealismo alemán
9 La metafísica en la actualidad
10 Bibliografía
11 Enlaces externos



La metafísica en la actualidad

Como señala José Luis Pardo en su libro La Metafísica. Preguntas sin respuesta, problemas sin solución "(el criterio de Heidegger) nos mueve a determinar como metafísica muchas cosas que habitualmente no pasan por tal (entre otras, una buena parte de los discursos científicos y la práctica totalidad del "lenguaje ordinario")".
Por "metafísica" entendemos, por un lado una técnica filosófica, una disciplina, un conjunto de estudios con unos objetivos y uno o varios métodos, con una tradición, una historia. Por otro, es la forma de un pensamiento y por tanto de un lenguaje característico de la tradición occidental. Ahora bien, si es la forma, es entonces lo que constriñe o dirige ese pensamiento, lo que lo guía en una dirección precisa. Cuando Heidegger dice que la nuestra es la época del cumplimiento de la metafísica, se refiere a que la dirección tomada en los inicios del pensamiento occidental, ha conducido a un cierto lugar, ha producido unos determinados resultados, políticos, sociales, científicos, tecnológicos, que configuran un panorama del que el pensamiento metafísico no puede ya dar cuenta. El propio éxito de la metafísica ha conducido fuera de ella.
Ante esto ¿qué hace el pensamiento? pues la potencia del pensamiento consiste precisamente en conocer e intervenir sobre lo conocido. Pero el pensamiento metafísico carece ya de potencia ya que ha rendido sus últimos frutos.
Martin Heidegger afirma que la metafísica es "el pensamiento occidental en la totalidad de su esencia". La utilización del término esencia en esta definición, implica que la técnica para estudiar la metafísica como forma de pensamiento, es o debe ser la metafísica en el primer sentido antes indicado. Esto quiere decir que los críticos de la metafísica como esencia del pensamiento occidental, son conscientes de que no existe una "tierra de nadie" en que situarse, más allá de esa forma de pensamiento; sólo el estudio atento y la modificación consciente y rigurosa de las herramientas proporcionadas por la tradición filosófica, pueden ajustar la potencia del pensamiento a las transformaciones operadas en aquéllo que la metafísica estudiaba: el ser, el tiempo, el mundo, el hombre y su conocer. Pero esa modificación supone a su vez un salto que toda la tradición del pensamiento ha escenificado, ha fingido o soñado dar a lo largo de su desarrollo. El salto fuera de la metafísica y por tanto, quizá la revocación de sus consecuencias.
Como señala el profesor Pardo en el libro citado, los cuatro discursos críticos con la metafísica en la época de su realización, constituyen cuatro criterios para identificar o delimitar el lenguaje metafísico en su conjunto.
Fiedrich Nietzsche considera que Platón es el iniciador del pensamiento metafísico. Le hace responsable de la escisión en el ser que tendrá luego formas variadas pero constantes, a lo largo de la historia del pensamiento. La división entre mundo sensible y mundo inteligible, con su correlato cuerpo-alma, y la preeminencia del segundo asegurada por la teoría de las ideas, sitúa el mundo verdadero más allá de la experiencia de los sentidos y subordina ésta a sus modelos ideales. El gesto platónico sería divisor, jerarquizador y excluyente, pues sólo aquéllas copias que correspondan fielmente a su origen ideal pueden tener lugar en el ser. Nietzsche pone de manifiesto que la estrategia metafísica deja fuera del pensar el devenir, aquello no apresable en la división sensible-inteligible por su carácter informe, y que también dejan escapar las subsiguientes divisiones aristotélicas, como sustancia-accidente y potencia-acto.
Martin Heidegger caracteriza el discurso metafísico por su impotencia para pensar la
diferencia óntico-ontológica, es decir, la diferencia entre los entes y el ser. La metafísica refiere al ser el modelo de los entes (las cosas), pero aquél sería irreductible a éstos: los entes son, pero el ser de los entes no puede caracterizarse simplemente como éstos. El ser es pensado como ente supremo, lo que le identifica con Dios; la pulsión ontoteológica es una constante en el pensamiento occidental.
Para Heidegger la metafísica es el olvido del ser, la conciencia de este olvido debe abrir una época nueva, enfrentada a la posibilidad de expresar lo dejado al margen del pensamiento.
La
filosofía analítica también reduce la metafísica a una cuestión lingüística, pero en este caso le atribuye una total falta de sentido. La metafísica sería en todo caso un lenguaje expresivo, del tipo de la poesía, pero nunca referencial. Si hablamos del ser, no nos referimos a nada que tenga una existencia objetiva. Por tanto es un lenguaje que puebla el conocimiento de falsos problemas, o que suministra falsas soluciones. Por otro lado el lenguaje metafísico viola las convenciones del lenguaje ordinario y por tanto no puede proporcionar una guía para el mundo común o no especializado.
La
filosofía post-estructuralista (Deleuze,Foucault,Derrida)retoma la crítica de Nietzsche,y argumenta que lo no pensable en la metafísica es precisamente la diferencia en tanto tal. La diferencia, en el pensar metafísico, queda subordinada a los entes, entre los que se da como una relación. La pretensión de "inscribir la diferencia en el concepto" transformando éste y violentando para ello los límites del pensamiento occidental aparece ya como una pretensión que lleva a la filosofía más allá de la metafísica.
El fin o el más allá de la metafísica (época post-metafísica) no supone el fin del pensamiento racional y por tanto no atenta contra la continuidad de la filosofía, sino que ésta renuncia a toda pretensión sistemática y se dispersa en una serie de estrategias encaminadas, no a reducir o suturar la escisión originaria del ser, sino a pensarla como lo único que propiamente es.


Objetivo de la Metafisica


La metafísica pregunta por los fundamentos últimos del ser y de lo existente, en tanto que es. Su objetivo es lograr una comprensión teórica de la esencia y de los principios últimos generales más elementales del ser. Lo que en este caso significa “ser” se entiende de diferentes maneras, por lo que el ámbito de estudio es amplísimo. Las dos preguntas fundamentales de la metafísica son:

1. ¿Por qué existe algo, y no más bien nada? (Heidegger)

2. ¿En qué consiste la realidad de lo real – qué es el "Ser" considerado en sí mismo?

No sólo se pregunta entonces por el origen, sino también por la constitución y la interrelación de todo lo que "es", es decir, de la realidad en su totalidad. Además aspira a encontrar las características más elementales de todo lo que es: la cuestión planteada es, si hay características tales, que se le puedan atribuir a todo lo que es y si con ello pueden establecerse ciertas propiedades del ser.

Los objetos de investigación de la metafísica serian sobre todo los siguientes:

ser, la realidad, la nada, la mente, la naturaleza, Dios, la verdad, la libertad, la posibilidad, el cambio, etc.
cuál es la relación entre los universales y los particulares (problema de los universales)
la determinación de la relación entre realidad, en tanto tal, y la realidad tal como se le presenta al hombre a través de su capacidad para acceder al conocimiento
cuál es la relación entre ser y deber ser (cfr. “falacia naturalista”)
La metafísica desarrolla las categorías centrales de la filosofía: materia y forma, acto y potencia, esencia, ser, sustancia, accidente, fin (siendo este muy importante pues reúne a los demás conceptos como dice Santo Tomás: el fin es aquello por lo cual algo es), etc. Para algunos su bagaje conceptual es la base de todas las demás disciplinas filosóficas e incluso, de manera indirecta, de casi todas las ciencias particulares en general.


Principios o Leyes de la metafísica


1.Principio del mentalismo.
2.Principio de causa y efecto.
3.Principio correspondencia.
4.Principio vibración o frecuencia.
5.Principio de polaridad.
6.Principio de ritmo.
7.Principio de la generación

http://es.wikipedia.org/wiki/Metaf%C3%ADsica

viernes, 15 de mayo de 2009

CUIDADO...CON LA ANSIEDAD

Jorge Cárdenas Aceves(Pintor Mexicano)


Planificar para el mañana es muy sabio. Pero debes recordar que para que ese mañana se concrete tienes que concentrarte y poner todo tu entusiasmo en el día de hoy. Es de la única manera en que puedes prepararte para el futuro. Muchas veces pensamos y nos afanamos con temas como: tengo que cuidarme del mañana, tengo que asegurarme para proteger a mi familia, tengo que ahorrar dinero para mi vejez y sin querer dejamos que esos tengo se conviertan en ansiedades.

Algunas veces es difícil notar la diferencia entre planificar y afanarse. Planificar es pensar con antelación en metas, pasos y fechas, confiado en la dirección de Dios. En cambio el que se afana trata de planificar contando solamente con sus propias fuerzas y con su propia sabiduría sin colocar esos planes en las manos de Dios. Son estos los que en momentos de crisis se ven asaltados por el temor y se les hace difícil confiar en Dios. Y créeme que a todos en algún momento nos ha ocurrido.

No permitas que el afán por el mañana afecte tu HOY. Da a Dios el primer lugar en tu vida y vive plenamente confiado en sus cuidados. Entonces podrás disfrutar plenamente tu vida y enfrentarás el futuro sin ansiedades porque tendrás la plena confianza de que Dios suplirá

CONFIA EN TU PROPIA LUZ



Evidentemente que estamos en el medio de un período crítico en donde las energías de la luz están en contienda abierta contra las fuerzas de las tinieblas - no solamente en el escenario nacional e internacional, sino también dentro de nuestras propias naturalezas. A menos que empecemos de inmediato, individual y colectivamente, confiando en nuestro propio vigor, tendremos poco para recurrir en crisis futuras. Este no es el tiempo para apoyarse sobre líderes grandiosos; no es el tiempo para esperar por un mensajero. Si sentimos que las ventajas están abrumadoramente en contra de nuestros esfuerzos constantes para mantener en lo alto la antorcha de la esperanza, recordemos a Madre Teresa.

Cuando se le preguntó cómo pudo animarse bajo la enormidad de sufrimiento que atestiguaba diariamente, sin ninguna posibilidad de parte de ella para refrenar apreciablemente la marea, ella contestó: "Uno y uno y uno: miro solamente al niño, o al viejo, o a la vieja a quien atiendo; si pensara en los millones y millones que necesitan mi ayuda, no podría hacer nada."

Me parece que todo ser humano tiene dentro de sí el poder de hacer lo que se requiere: Privada e inadvertidamente que siga la dirección de su ser superior. Pero tenemos que perseverar en esta práctica; sobre todo, tenemos que confiar incondicionalmente en la eficacia de nuestra luz interna para iluminar nuestras vidas.

Si cada uno de nosotros resueltamente presta atención a su manera de gobernarse, con el tiempo nos convertiremos en un ser compasivo, comprensivo, entendido y útil - y aun, paradójicamente, habremos logrado el más grandioso beneficio de todos, nos habremos convertido en "nada para los ojos del mundo." De esa forma, consolidaremos los impulsos de luz que se aumentan en número e ímpetu, y por tanto, fortaleceremos las tareas compasivas de quienes, incesantemente, trabajan por todas las naciones y por los que todavía no han nacido, y quienes están, aun ahora, preparando el camino para el amanecer de una era más esperanzadora.

Grace F.Knoche - Para iluminar mil lámparas

jueves, 14 de mayo de 2009

LA FE EN DIOS ...ES TU SUSTENTO



Dios no solo crea, El también sustenta Su creación. Es muy cierto que vivimos tiempos social y económicamente difíciles. A todos en mayor o menor grado nos ha tocado esta situación. Sin embargo no podemos permitir que esas situaciones nos desenfoquen y lleguemos a pensar que las mismas son mas grandes que el poder, la misericordia y el cuidado que Dios tiene de nosotros. En este momento no podemos darnos el lujo de dudar, que nuestro Dios esta con nosotros. Este es un gran momento para ejercer nuestra Fe, desarrollarla y disfrutarnos, el poder ver a nuestro Señor trayendo nuevas ideas a nuestras mentes y abriendo nuevos caminos que nunca hubiésemos descubierto sino no nos ocurren estas etapas que retan nuestra Fe y nuestras capacidades.

Hoy es un nuevo día y es una gran oportunidad para vivir la Fe en nuestro Padre y en sus promesas.
Inclúyelo a El en todo lo que haces, cuenta con Su cuidado. Aun en las cosas más sencillas, hazlas contando con El. A primera hora haz una oración y presenta tu día, tu familia, tu trabajo. Pídele que te dé la dirección en todo lo que te propongas hacer.
Dile; Padre cuento contigo, ayúdame a hacer tu voluntad. Si tienes familia, convócalos e inicien el día con una oración. Entonces comenzaras tu día con la bendición del Señor y El llenará tu corazón con Su paz.