" TODO AQUELLO QUE LA MENTE HUMANA PUEDE CONCEBIR O CREER, SE PUEDE ALCANZAR "



HOME

miércoles, 12 de marzo de 2008

El SuEñO // iMPoRtANcIa


Sueño y salud


Dormir bien es de vital importancia para tener calidad de vida


Como la respiración o la alimentación, el sueño es una necesidad fisiológica, y a ella le dedicamos aproximadamente un tercio de nuestra vida diaria. El sueño es salud. Durante el sueño nos recuperamos del día que ha pasado y nos preparamos para el que vendrá. Sin ser conscientes de ello, desde niños lo necesitamos para crecer, aprender, jugar... En la edad adulta podemos percibir la importancia de dormir bien, así como de las consecuencias de una noche 'en blanco': falta de concentración, fatiga, irritabilidad... Y si éstas son las consecuencias de una mala noche cuanto mayores sean las personas más numerosas serán esas noches de sueño insuficiente.

YOLANDA GONZÁLEZ BARREDO


A lo largo del día y de la noche son muchas las circunstancias que pueden sumarse para restar calidad al sueño. Algunas de estas circunstancias son impuestas por condicionamientos sociolaborales. La sociedad no es generosa en este aspecto: trabajo a turnos, horarios laborales irregulares, estrés... Ciertamente, hay factores que escapan a nuestro control, pero otros dependen exclusivamente de nosotros. Unos malos hábitos de sueño, de los que muchas veces no somos conscientes y cuyo efecto negativo se subestima, pueden mermar de forma dramática la calidad de nuestro sueño y, por tanto, la calidad de nuestra vida.


El abandono de costumbres saludables opera en nuestra contra. Enseñamos celosamente a los niños las horas a las que deben comer, dormir, jugar, hacer las tareas, etc. siguiendo más o menos los patrones en los que fuimos educados. Pero la entrega a los diferentes roles a los que nos vamos incorporando en la vida adulta (trabajo, vida social, etc.) pueden trastocar cada vez más aquellos patrones. Y así les sucede a muchas personas, quienes necesitarían ser reeducadas en materia de sueño. La mayoría de ellas se sorprendería del beneficio que, con poco esfuerzo y sin medidas excepcionales, podrían obtener.


La conciencia de la importancia del sueño y sus trastornos aumenta progresivamente en nuestro medio social, cobrando mayor relevancia tanto entre los profesionales médicos como en la población general. Todos los grupos de edad son susceptibles de padecer trastornos del sueño.


Las patologías más frecuentes muestran una elevada prevalencia, como revelan los siguientes datos. El 10% de la población padece insomnio crónico. La prevalencia del síndrome de apnea del sueño es del 5% en varones y el 2% en mujeres, situándose así en segundo lugar de frecuencia entre las enfermedades respiratorias crónicas, sólo por detrás del asma. Se estima que el 10% de las personas tiene síndrome de piernas inquietas y el 1% parasomnias como terrores nocturnos, sonambulismo, etc.


Las repercusiones de los trastornos del sueño abarcan a todos los ámbitos de la vida (laboral, social, familiar, sanitario...), no sólo para la propia persona que los padece sino también para aquellos con quienes comparte su vida, como es el caso del ronquido, que afecta directamente a la pareja. En este sentido, es particularmente destacable la problemática de las alteraciones del sueño en la infancia. Hasta el 30% de los niños pueden presentar trastornos del sueño más o menos severos, cuyo impacto sobre padres y familiares puede llegar a ser catastrófico, asociando comportamientos agresivos, déficit de atención, problemas sociales y somáticos diversos. Afortunadamente, estos desequilibrios pueden corregirse en la mayoría de casos con medidas terapéuticas, tanto más eficaces cuanto más precoz sea el diagnóstico.A la vista de esta información quizá fuera conveniente detenerse a considerar la importancia del sueño. Hasta qué punto puede estar influyendo la calidad de nuestro sueño en la sensación de cansancio durante el día, en la dificultad para el trabajo, en la despreocupación por los problemas o en el esfuerzo que tenemos que hacer por mantenernos despiertos mientras conducimos.


Hasta qué punto estamos dispuestos a continuar conviviendo con ronquidos, con molestias en las piernas, con largas horas sin poder conciliar el sueño. Hasta qué punto nuestra salud depende de nuestro sueño.


FRASE DE UNAMUNO : "Es cierto que duermo mucho, pero cuando estoy despierto, estoy mucho más despierto que usted"


MI COMENTARIO


Irnos a la cama sólo cuando tenemos sueño...si no es así..busquemos haglo que nos relaje como la música suave....leer algo irrelevante pero que nos lleve a la paz interior; porque si leemos algo complicado se nos pondrán los ojos como "plato"para entender lo que leemos , crear un ambiente relajado como una vela blanca con un perfume suave y cenar siempre a la misma hora... yo no te aconsejo que no tomes café porque yo no duermo si no tomo una taza, pero normalmente recomiendan no tomar ningún estimulante como el té o el café....pero leche tibia podría ser ideal....si ves que nada te induce al sueño, recuestate en tu cama , apaga la luz y piensa en todas las cosas lindas que te han sucedido en tu vida y sin darte cuenta, ya estarás dormido como un bebé.... son sólo algunas pautas que nos pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño.


Peo si nada de esto te dá resultado, pues, no duermas pero ocupate de algo como si te acabaras de levantar, verás que en menos de lo que piensas dormiras 2 días seguidos....pero el secreto es no pensar en que quieres dormir y eso te produce ansiedad, lo cual sería contraproducente.


!!!! DULCES SUEÑOS!!!


marissa

0 comentarios:

Publicar un comentario

Te invito a que comentes tu opinion sobre las entradas sin ninguna clase de restriccion, siempre y cuando se conserve el respeto. Me encantaria recibir muchas opiniones y sabre valorarlas.