" TODO AQUELLO QUE LA MENTE HUMANA PUEDE CONCEBIR O CREER, SE PUEDE ALCANZAR "



HOME

jueves, 28 de febrero de 2008

METAFÍSICA DEL AMOR//EsEnCiA dEl aMoR













"LOS QUE DE CORAZON SE QUIEREN, SOLO CON EL CORAZON SE HABLAN"












El amor no es mera unión vital, simpatía, filantropía, cariño o afecto, aunque pueda tener alguna relación con éstos. El amor es en esencia una unión con el amado despojada de toda sombra de egocentrismo. Pues sólo superando el ego podemos ingresar al ámbito del amor. Esto significa contemplar lo amado como un ser distinto de nosotros, como un ser autónomo y diferente. La experiencia del amor es la de la fusión de un yo y un tú distintos. El amor es la fuerza orientadora que conduce al otro al cumplimiento de su vocación.


En el ámbito humano el amor se manifiesta como un sentimiento espiritual permanente que unifica a dos almas que son una en esencia, pero dual en la manifestación terrestre actual. El verdadero amor dota a los hombres y a las mujeres de un poder que puede elevarlos hasta las más altas cimas y hacia inimaginables hazañas de sacrificio por el ser amado. Y tales hazañas de sacrificio no son producto de una compulsión, sino un gozoso acto de ofrenda. Y sin este fuego del sacrificio ningún amor humano puede alcanzar su verdadera pureza original.


Porque el amor no es un mero intercambio de emociones y sentimientos, sino una ofrenda absoluta de lo que somos o de lo que podemos ser, es decir, la entrega de todos nuestros actos volitivos, pensamientos, de todos nuestros impulsos y sentimientos.


En el ser humano el amor es un eslabón entre el alma del hombre y el ser absoluto. Recordemos que el alma humana emanó de dicho ser absoluto y ha sido colocada en este mundo terrestre con la definida misión de avanzar en el proceso evolutivo. El amor pleno consiste, pues, en la relación entre el hombre y el ser absoluto y no entre hombre y mujer. El amor entre estos últimos a menudo toma la forma de un mero intercambio que carga con el peso de elementos distorsionantes como celos, posesividad, exigencias vitales y lujuria.

En el verdadero amor, en cambio, toda exigencia a lo divino representa una fractura en la espontánea pureza de la relación.


El amor es en esencia una consagración total. no un mero intercambio ni menos una transacción.
El amor humano intermedio vive básicamente del cambio y del intercambio. Y esto conduce a las continuas disputas y desarmonías , porque en él rigen las exigencias clamorosas de la posesión y de la satisfacción de los más bajos apetitos y pasiones. Y esto no concluye sino con la frustración.
El verdadero amor implica vivir en una estado de autolvido y contento interior. No se identifica con el altruismo común, pues detrás de éste hay el deseo de gloria y fama , un deseo de satisfacer un sentimiento de superioridad. Porque en su origen el altruismo es una mera virtud mental, mientras el verdadero amor es un poder del alma que se expresa a sí mismo en nuestro ser emocional superior que se ha solido, en todos los tiempos, llamar corazón. Éste no es el alma , pero es el centro más cercano a ella.


El corazón puede ser un poderoso instrumento de manifestación del alma. Otros centros o bien están demasiado lejos para sentir las olas radiantes del alma o bien no están lo suficientemente refinados para sentir sus vibraciones . Por ejemplo, el cerebro está demasiado preocupado con los movimientos del pensamiento que son demasiado abstractos y fríos para sentir el aliento luminoso y tenue del alma.


La vida común del ser humano está centrada en torno al mundo de las informaciones externas y del clamor de las falsas necesidades y poco habituada a escuchar la voz sutil del alma. El dominio de ésta está lejos de los bullicios de los caprichos y tiene el sello de la calma , de la paz, pues siempre está orientada hacia su divino origen. Sólo el centro del corazón ubicado entre las abstraccciones de centro mental y el centro de las pasiones comunes puede albergar el delicado y milagroso poder del alma.

Pero no es fácil tomar contacto con el alma, pues el corazón habitualmente está cubierto por múltiples capas de bajas pasiones y de deseos insaciables que se elevan desde el centro vital o bien está oscurecido por las sombras de la inercia y la rutina de los hábitos físicos. Es muy común que nuestras emociones estén mezcladas y no permitan que el alma se convierta en el ser regente de nuestra conciencia.


El verdadero amor por una persona no es el mero movimiento hacia sus cualidades positivas, hacia su bondad, hacia su inteligencia o hacia su belleza. Incluso podríamos admirar a una persona con dichas cualidades pero sin amarla.En verdad, el amor genuino es algo que no se satisface con las cualidades que la persona amada pueda tener en su presente, sino que es el movimiento que intenta llevar a tal persona hacia sus posibilidades más plenas, más nobles. Ahora bien, el amor no se fija en la viabilidad de tales posibilidades sino que sigue adelante siempre en su labor perfectiva. A la luz del amor, además, todo adquiere una dignidad mayor, todo se transforma en más valioso. En tal sentido, el amor es una perspectiva que muestra lo valioso de las cosas incluso más aparentemente insignificantes, más adversas en nuestra vida.
Para la visión del amor nada es desechable, nada está maldito. Aunque ve los errores como tales, las oscuridades como lo que son, nunca los condena como irremediables. Por ello la visión del amor no puede ser considerada como condescendiente a ultranza.


En suma, a nuestro juicio, el Amor es una fuerza trascendente que existe por sí mismo y que en su movimiento evolutivo se derrama sobre todas las cosas, las engloba para unirlas, abrazarlas y ayudarlas, por tanto, a ser lo que son tras las apariencias. Tal es el Amor cósmico divino, el cual cuando se fija en un ser determinado se convierte en el Amor divino individual. Y esta última sabiduría del Amor nos enseña que cuanto más se dé uno mismo, más crecerá en la capacidad de recibir la energía trascendente del amor. Porque la entrega absoluta de sí, sin pedir ni acaparar, es el sólo secreto de toda realización en el Amor.


MI COMENTARIO


Pareciera fácil hablar sobre el Amor, pero no lo és....es muy dificil, es un asunto de cada persona, porque cada ser manifiesta y siente el amor de distintas maneras.....para algunos es sólo una parte de su vida y para otros lo es todo, tanto que ni su propia vida tiene más importancia.
Pero no sólo hablemos del amor de pareja, tambien esta el amor a los hijos, que es el amor, en mi opinión, el menos egoista, porque ahi sí, nos despojamos de todo sentimiento mezquino, para darlo todo...paa mí podría ser el mas fuerte y de hecho lo és, pero para otros no...el amor a la pareja es que determina su felicidad o su infelicidad.
Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdaddesnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreasvulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que soncorrectas; es disfrutar del privilegio de ser tu mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, yen esta forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, "este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto...si tú quieres recibirlo".


Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del Hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tu formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas yradiantes de la humanidad, como sus lados obscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y portanto, amar a un ser humano es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo

0 comentarios:

Publicar un comentario

Te invito a que comentes tu opinion sobre las entradas sin ninguna clase de restriccion, siempre y cuando se conserve el respeto. Me encantaria recibir muchas opiniones y sabre valorarlas.